martes, 27 de marzo de 2018

Sello de calidad Madresfera: Probamos los nuevos pañales Dodot bebé-seco con canales de aire


Madresfera me ha invitado a probar los nuevos pañales Dodot Bebé seco para ver si pueden otorgarle su sello de calidad.


¿Y qué tienen de especial estos pañales? Pues que son los únicos que cuentan con canales de aire, que crean espacio para que el aire circule dentro del pañal, manteniendo el culito del bebé más seco y aireado toda la noche. Estos pañales prometen que tu bebé podrá estar hasta 12 horas con el mismo pañal sin humedad.


Según Dodot, mantener el culito del bebé seco durante la noche le ayudará a dormir sin interrupciones, lo que se relaciona con un desarrollo físico y cognitivo positivo.


Pues bien, hemos probado estos pañales durante varias noches, y tengo que decir que cumplen lo que prometen. En nuestro caso, más de 12 horas sin escapes ni fugas, con el culito seco y sin irritaciones. Es muy curioso cómo al cambiar el pañal se ven los canales de aire por efecto de las perlas absorbentes que encapsulan el pis. No se nota humedad ni en el cuerpo del bebé ni en el pañal al apoyar la mano.



Es una maravilla que el niño se despierte por la mañana y tú tengas la seguridad de que no está mojado por ningún sitio ni tienes que cambiarle entero de ropa por una fuga, cosa que si me ocurre con otros pañales, que no aguantan en ningún caso más de 8 horas.

¿Esto ayuda a dormir más a mi bebé? Sinceramente, no, pero porque no le hace falta. El pequeño duerme más o menos 11 horas del tirón por las noches, sin interrupciones. Por eso me interesa que el pañal que usa le aguante tanto como su sueño.


En resumen, que los pañales Dodot Bebé Seco tienen mi sello de calidad madresférico.


¿Y tú? ¿Has probado estos pañales? ¿Qué te han parecido? Cuéntamelo en los comentarios.

miércoles, 21 de marzo de 2018

El Mayor cumple 5

Tal día como hoy hace cinco años, casi a las 5 de la tarde, nacía mi hijo mayor. Cinco años que han pasado muy rápido, y en los que he aprendido muchas cosas que me han ayudado a ser una persona diferente.

    He aprendido a ser paciente, no hay tanta prisa por llegar a los sitios.
    He aprendido a mirar al suelo, las hormigas son muy interesantes vistas de cerca.
    He aprendido que sentarme en el suelo y jugar con los coches es una interesante opción para un sábado por la tarde.
    He aprendido que se puede vivir sin dormir una noche entera casi dos años, y no morir en el intento.
    Y sobre todo, que se puede querer infinito a una persona que aparece de pronto en tu vida, y que lo más bonito es que ese amor sea correspondido sin condiciones.



Revisando el post del año pasado, veo que es más mayor, pero que mantiene sus costumbres:

Le sigue encantando cocinar, y aún necesita ayuda con los huevos.
Casi ha abandonado los coches, y le apasionan los Legos y los Playmobil.
Tenemos un ritual antes de acostarnos que debe ser cumplido íntegramente. Y el perrito, que no falte.
La mamitis continúa, acrecentada por la llegada de su hermano.
Su nueva obsesión es dibujar robots y ponerles nombre escribiendo letras al azar. A veces suena la flauta y escribe alguna palabra con significado, aunque no es lo habitual.


¡FELIZ CUMPLEAÑOS, PEQUEÑO!



martes, 6 de marzo de 2018

Los libros de febrero

Hola a todos. Después de unas semanas complicadas, y con una importante crisis del folio en blanco, vuelvo por aquí para comentar los libros que he leído en febrero. Empezamos:

12. La villa de las telas, de Anne Jacobs.


Augsburgo, 1913. La joven Marie entra a trabajar en la cocina de la impresionante villa de los Melzer, una rica familia dedicada a la industria textil. Mientras Marie, una pobre chica proveniente de un orfanato, lucha por abrirse paso entre los criados, los Melzer esperan con ansia el comienzo de la nueva temporada invernal de baile, momento en el que se presentará en sociedad la bella Katharina. Solo Paul, el heredero, permanece ajeno al bullicio, pues prefiere su vida de estudiante en Múnich. Hasta que conoce a Marie...

Ya has leído la sinopsis y no hay mucho más. Quizá haya un punto interesante en conocer los inicios de la mecanización de la industria textil, pero este libro no es más que una novela rosa precedible desde la primera página. Le doy un 5.


13 y 14. El día que se perdió la cordura, y El día que se perdió el amor, de Javier Castillo.

 


Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.

La historia no está mal planteada, pero me parece que no da para dos libros, lo que hace que haya mucha paja para alargarla. El primero me gustó, el segundo no tanto. Por lo menos, mantiene bastante bien la intriga. Le doy un 6,5.


15. Morir no es lo que más duele, de Inés Planas.


Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka en soledad, Sara rehuye cualquier contacto con las personas y trabaja desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que marcará su vida para siempre.

Este si me ha gustado. Novela negra, con una historia que mantiene el interés e incluso te da alguna sorpresa, y escrita por una mujer y además española. Totalmente recomendable. Le doy un 7,5


16. El último akelarre, de Ibon Martin.


Bilbao se prepara para una noche festiva cuando un macabro asesinato atrae todas las miradas hacia la imponente chimenea del parque de Etxebarria. Un joven estudiante de la Universidad de Deusto pende envuelto en llamas de su vieja estructura de ladrillo. La elección del momento y el lugar apunta a un crimen ritual. La escritora Leire Altuna y la ertzaina Ane Cestero dirigirán una investigación en la que se enfrentarán a grupos neonazis, sectas destructivas y demoledoras intrigas familiares.
Las pesquisas desenterrarán una turbadora conexión con una extraña muerte ocurrida en Zugarramurdi tres años atrás. Bajo su aparente postal idílica, el pueblo de los akelarres esconde secretos desgarradores que funden religión, viejas tradiciones y odios seculares. El equipo investigador tendrá que escarbar entre ellos si quiere hallar respuestas y comprenderá que los ecos de la caza de brujas que aterrorizó hace siglos la comarca flotan aún entre sus habitantes.

Este también tiene buena nota. Novela negra también, narra dos historias en distintos momentos que acaban entrelazándose. Aunque llega un momento en el que sabes lo que va a pasar, sigue siendo bastante interesante. Le doy un 7


17. Sigo siendo yo, de Jojo Moyes.



Lou Clark sabe demasiadas cosas...
Sabe cuántos kilómetros hay entre su nuevo hogar en Nueva York y su nuevo novio, Sam, en Londres.
Sabe que su jefe es un buen hombre y sabe que su mujer le está ocultando un secreto.
Lo que Lou no sabe es que está a punto de conocer a alguien que va a poner toda su vida patas arriba.
Porque Josh le recordará tanto a un hombre que conocía que hace que el corazón le duela.
Lou no sabe lo que hará a continuación, lo que sí sabe es que lo que decida lo cambiará todo para siempre.

Este libro es la continuación de Yo antes de ti y Yo después de ti. La autora, aprovechando el tirón de la primera entrega, sigue haciendo lo que le funciona: toques románticos y lacrimógenos, y novelas ligeras que le pueden gustar más o menos a todo el mundo. No busques más. Le doy un 6.


18. La chica danesa, de David Ebershoff.


Copenhague, en 1925. Greta y Einar son una pareja de jóvenes pintores. Ella es conocida, sobre todo, por sus delicados, sugestivos retratos de mujeres. Pero aquella tarde, la modelo no ha venido. Y Greta le pregunta a Einar si por una vez, para que ella pueda terminar la parte de abajo de un cuadro, él se pondría un par de medias de seda, se calzaría unos zapatos de tacón, acaso también un vestido que le permitiera acabar de pintar los pliegues de la falda. Einar acepta, y el instante en que la seda del vestido se desliza por su cuerpo supone una revelación, el momento de la sensación más verdadera, como cuando se sumerge en el mar en verano. Pero el océano de esta zambullida, que ya no tendrá vuelta atrás, es un mundo de sueños, el sueño por ser Otro. Y así, acompañado por Greta -porque ambos habitan ese oscuro espacio secreto entre dos personas que constituye un matrimonio-, Einar recorrerá un arduo camino al final del cual se encuentra una mujer llamada Lily Elbe, que fue Einar, y que ahora es una chica danesa.

Basado en una historia real, realmente no sé si este libro me ha gustado o no. El personaje principal no me ha caído nada bien desde el principio, no sé bien por qué, y eso me ha creado una mala sensación del libro. Luego, leyendo la historia real y conociendo todos los detalles, me ha empezado a caer algo mejor. A pesar de mis sensaciones, es un libro recomendable, y le doy un 7.


¿Y tú? ¿Has leído alguno de estos libros? ¿me recomiendas alguno para marzo? Cuéntamelo en los comentarios