Si no tienes apoyo familiar, o tienes un horario imposible, el dilema
se soluciona rápido: escuela infantil desde el día que te incorporas al trabajo
después de la baja de maternidad. Pero si cuentas con abuelos que están
encantados de cuidar a sus nietos, ahí te entra la duda. ¿Escuela infantil sí o
no?
Yo os voy a contar mi experiencia personal. Está claro que cada uno
cuenta la feria según le va, pero a lo mejor os puede ayudar con la decisión.
Nosotros contamos con unos abuelos que se pueden quedar tres horas con mis
hijos, que son las que necesito para llegar de trabajar.
Con el mayor nos entró la duda de padres primerizos, y por mi
insistencia, decidimos llevarle en el último curso antes de empezar el colegio.
Para mi hijo la experiencia fue muy buena: es un niño muy sociable al que le
gusta jugar con otros niños, y aquello para él fue el paraíso. Enseguida mejoró
su expresión verbal, y al final del curso incluso era capaz de contar hasta 10
en inglés. Además, como ya os conté AQUÍ, conseguimos que dejara el pañal
apenas un mes después de empezar el curso. Le ayudó a aprender a cumplir las
normas y a seguir un horario. En general, estoy contenta con la decisión. Es
cierto que si tienes un niño con facilidad para ponerse enfermo, puede que pase
más días en casa que en la escuela, pero en nuestro caso solo faltó un día en
todo el curso.
Por supuesto, cuidarle en casa es una opción maravillosa si te lo
puedes permitir, bien porque no trabajas, o porque tienes a alguien que puede
ayudarte. Pero la escuela infantil es más que un “aparcaniños”: es una escuela
con todas las letras, donde aprenden, juegan y hacen nuevos amigos.
En abril se abre el proceso de matrícula para el curso 2019-2020 y
nosotros tenemos claro que el pequeño también irá a la escuela infantil, y a la
misma que el mayor, donde le trataron con mucho cariño y comprensión, adaptándose
a sus individualidades.
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