martes, 10 de febrero de 2015

Peripecias de mamá: La alimentación y los niños



Cuando tu hijo ronda los seis meses, empieza la odisea con la alimentación. Los pediatras dicen una cosa, internet dice otra y tu hijo va a hacer lo que le dé la gana. ¿Qué puedes hacer tú? Mi recomendación es que utilices el sentido común.

Mi caso fue el siguiente: Como estábamos con lactancia artificial, y justo teníamos que empezar a introducir los alimentos sólidos cuando me tenía que reincorporar al trabajo, empezamos a los 5 meses y medio. Primero con la fruta de la merienda, medio plátano con zumo de naranja. Después de algunas caras de chupar limones, la cosa funcionó y la merienda ya era de frutas con alguna galleta maría.

Foto: Pequerecetas.com

Después vinieron los problemas. El papelito de la pediatra (dichoso papelito) me recomendaba empezar con puré de patata y zanahoria. El primer día no funcionó, y nada, al biberón otra vez. El segundo día y el tercero, tampoco. Al cuarto día, en un foro que frecuento, me recomendaron añadir al puré de verduras un poquito de puerro, que parece ser que a los bebés les gusta. Y mano de santo, el peque empezó a comer puré. Pero la alegría nos duró un par de días, porque volvió a negarse en redondo. ¿Sabéis por qué? Por la razón más sencilla: no tenía hambre. 

Resulta que tomaba un bibe sobre las 6 y otro sobre las 11. Obviamente, a las 14h, que era cuando solíamos darle el puré, aun no tenía hambre. Y los llantos y los enfados eran monumentales. Cuando eliminamos ese biberón ya no había pegas, aunque el pescado y la verdura sola siempre le han gustado más que la carne.

Y cuando ya iba todo más o menos sobre ruedas, otro problema: si veía comida “normal”, la prefería antes que el puré, y tampoco quería comer. Ese problema se solucionó más fácilmente: desde ese momento, suprimimos los purés y empezó a comer lo mismo que nosotros.

Después de todo este rollo, las recomendaciones generales que puedo dar son estas:

- Cuando empieces con las pruebas, procura que el niño tenga hambre.
- Dale a probar de todo, en puré o en trocitos.
- Las cantidades deben ser pequeñas. No te preocupes si al principio no come demasiado, ellos saben cuánto tienen que comer.
- No tengas miedo a darle “comida normal”, tarde o temprano se van a tener que enfrentar a ella. Prueba el baby led weaning, ahorrarás tiempo y dinero. 
- Y, como en todo lo que tiene que ver con niños, ármate de paciencia. Los cambios nunca son fáciles

Foto: www.mommyconnections.ca

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